El protagonista se vale del contexto de pandemia amnesica para olvidar voluntariamente su vida actual (destrozada por la muerte de su mujer) y tratar de empezar de cero.

Veo quizás (o puede que me lo haya inventado todo) una crítica a la vida en la sociedad actual, en la que eres muy dirigido desde que naces a través de mensajes y lecciones que te van guiando hacia lo que tienes que hacer, en lo que te tienes que convertir. Cualquier desviación de lo estipulado, ya sea por accidente, por error o por voluntad, te lleva a una vida complicada, gris, dura y deprimente, que se refleja en el ritmo lento, plano y gris de la película. Cuidado, si estás pasando por una mala racha, quizás esta peli te dé la estocada final.

Una película diferente, con escenas un tanto surrealistas (fiesta de disfraces) y algo de humor negro. El guión tiene mucho potencial, podría haberse convertido en una película que la gente recordara dos años después de su estreno pero al director le entra el vértigo y prefiere no mojarse. Consigue convertirla en una película indie, sin repercusión y que hará los deleites del público gafapastil que se regodeará inventándose su significado preferido.

Deja el mensaje tan abierto que acaba la peli y no tienes claro si te ha parecido interesante o si quieres acabar con tu vida de forma inmediata e irreversible.