Su atmósfera de gran presupuesto apesta a telefilm galáctico desde su premisa.
Una historia insípida, donde las escenas de acción derrochan superficialidad, demostrando que la cámara lenta no da épica en ninguno de los momentos y sin saber domesticar las coreografías.
Los aires de superioridad de Snyder se estrellan en esta epopeya forzada, cargada de unos diálogos simplones que no aprovecha garantizar todo lo gastado.
La presentación de los personajes es un batiburrillo cósmico que afianza su desastre conforme avanza la historia. Una ocasión perdida que desborda desfachatez y una nula dirección.
La segunda parte seguramente la veré mientras cocino.