Una película dirigida por Sergio Leone, con una música de su fiel amigo de la infancia Ennio Morricone y protagonizada por el mítico Clint Eastwood, los españoles Antonio Prieto, José Calvo y Margarita Lozano (Viridiana) y por Gian Maria Volonté (enorme interpretación en el papel de Ramón) rodada en los viejos escenarios de Hoyo Manzanares y en el parque natural de Cabo de Gata (Almería).
Inevitablemente el triunvirato Clint Eastwood, Sergio Leone y Ennio Morricone hacen un spaghetti western magistral en la dirección, enorme en la interpretación e inolvidable en la BSO.
Cuando entra la música de Morricone en la película, equivale cuando entraba la chica que te gustaba en clase, paseándose y paseándose hasta que se sentaba. Morricone consigue lo mismo con sus brillantes composiciones.
Toques surrealistas, escenas alargadas con música que culmina en climax, prototipos de hombre rudo, seco, desaliñado, pocas palabras y hablar con miradas eternas. Estos son los ingredientes que el chef Leone nos presenta para uno de sus platos estrella, creando así las bases de lo que será un subgénero conocido como 'Spaghetti Western' que daría un aire renovador al cine en general.
La moral no tiene cabida en estos personajes, el Clint Eastwood de Leone sería el fugitivo más buscado por John Wayne.
Particularmente soy más admirador de estos decorados rurales españoles que tanto nos suenan, más aficionado de los antiheroes que de los heroes porque nadie es perfecto; y tal vez vosotros y yo hubiésemos actuado igual de impasibles en la escena inicial de la película, a Batman lo que es de Batman.
El ser humano es malo por naturaleza y aquí se nos muestra al hombre en un contexto de falta de ley, falta de orden y ausencia de moral. El sheriff es un pelele y el fabricante de ataúdes es el caballero más popular del pueblo. La supervivencia prima por encima de todas las cosas, hacer lo necesario para tener unos cuantos dólares para las semanas siguientes y asegurarse un vaso de whisky en la taberna hasta encontrar un nuevo trabajo (sin que te maten antes mientras duermes).
El Oeste de Leone. Más real. Y si no miren hacia México, el país de los 15 muertos al día, un país plagado de personajes caracterizados en las películas de Leone. John Wayne en México sería uno de esos policías que son corruptos aliados de los cárteles de la droga, el Clint Eastwood de poncho viejo, aire desaliñado y sin moral, sobreviviría mejor, como ya lo hacía en San Miguel con un cigarro eterno y un sombrero raído...

Me río yo de los héroes y Sergio Leone también.

'Por un puñado de dólares' - 9