El impostor propone una idea propia de una tv movie de sobremesa, donde el detonante de la acción es la desaparición de un menor. Su familia, desesperada por encontrarlo, se deshace en esfuerzos para que el pequeño vuelva a casa. Sin embargo, cuando esto ocurre, no es como todos lo habían imaginado.

Además del argumento, que claramente podría haber servido de inspiración a Jenna Bans para su serie El secreto de Adam (2016), el documental de Bart Layton no guarda ninguna otra semejanza con este tipo de producciones. Partiendo de una historia real, el realizador emplea los recursos propios del género documental para narrar los acontecimientos en orden cronológico. Las imágenes de archivo compuestas por vídeos grabados por el propio Nicholas Barclay con una cámara doméstica y fotografías familiares junto a una reconstrucción de los hechos muy cinematográfica y las declaraciones de las partes implicadas en el caso, conforman la totalidad del metraje.

El hecho de que la historia sea narrada desde todos los puntos de vista posibles genera impresiones encontradas. Es clara la sensación de neutralidad del relato, ya que tanto Frédéric Bourdin, el impostor en cuestión, como los familiares de Nicholas aportan su visión de los acontecimientos, dejando vía libre para el asentamiento de una sentencia en función de sus palabras. Además, el realizador del documental no interviene en ningún momento más allá de los intertítulos y el propio montaje.

No obstante, como protagonista del relato, la visión de Bourdin es predominante, ya que es él quien está presente en todos los acontecimientos y, por tanto, manifiesta sus emociones en todo momento, que están claramente contrastadas con el resto de declaraciones.

Pero, ¿quién es el verdadero culpable? “Eran una familia sin hijo y yo un chico sin familia”. Las palabras de Bourdin denotan un sentimiento de culpa que lo acompaña durante el tiempo que se prolonga su mentira. Si no fuera por el giro que experimentan los acontecimientos, Bourdin seguiría siendo considerado el único capaz de mantener un secreto de tal envergadura. Sin embargo, lo que se inicia con una mentira se convierte en una red de secretos y engaños donde nadie es culpable y todos pueden serlo.

La vida en Fotogramas - https://lavidaenfotogramas.wordpress.com