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Voto de Aitor Maiden:
7
Ciencia ficción. Aventuras Último capítulo de la trilogía de precuelas de Star Wars, en el que Anakin Skywalker definitivamente se pasa al lado oscuro. En el Episodio III aparece el General Grievous, un ser implacable mitad-alien mitad-robot, el líder del ejército separatista Droid. Los Sith son los amos del lado oscuro de la Fuerza y los enemigos de los Jedi. Fueron prácticamente exterminados por los Jedi hace mil años, pero esta orden del mal sobrevivió en la clandestinidad. (FILMAFFINITY) [+]
20 de octubre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empezaré señalando que esta vez no me ha parecido tan acelerado el ascenso de Anakin a Darth Vader. El chaval es como Cristiano Ronaldo: tonto del culo pero el mejor en lo suyo. Y claro, con todo cristo comiéndole la oreja, que si los Jedi tal, que si Palpatine lo otro, que si estamos en guerra pero tú te quedas en casa, que si tu mujer está embarazada y cuídate de que nadie se entere o te quedas sin trabajo, que yo te ofrezco un empleo mejor... Pues mira, le entran ganas de quemar bebés.

Y bueno, ojo a los momentos tróspidos: los saltos con voltereta no necesaria (ver a Christopher Lee haciendo tal pirueta es cojonudo), el ¡NOOOOOOOOOOO! de Darth Vader, las escenas de ojitos entre Anakin y Padme con más arco iris que un "No, cuelga tú", el bicho azul que hace mutis por el foro cuando Yoda y Palpatine comienzan a darse de ostias,...

Pese a todo, me gusta lo suficiente como para tragármela de vez en cuando. No se para ni un momento, por lo que entretiene bastante. Hay muchas batallas, momentos de emoción, traiciones muy chungas y dramáticas, una pelea final que te cagas, muerte y destrucción,... Vamos, que supera en mucho a su predecesora, aunque sigo prefiriendo La amenaza fantasma (sí, yo soy esa persona a la que La amenaza fantasma le parece la mejor de las precuelas).

Es una flipada, como las dos anteriores. Pero se goza. Y se quita de mierdas filosóficas para meterse de lleno en la acción. Hayden Christensen es una cobaya metida en un robot, y a Natalie Portman le cuesta horrores creerse que está perdidamente enamorada de tal mojigato. Pero ahí está Ewan McGregor siendo guay, y lo soluciona todo. El que hace de Palpatine también tiene sus momentos de "soy el malo de una peli de serie B". ¿Por qué cuando te pasas al lado oscuro empiezas a hablar a cámara lenta? Al menos Yoda arregla la situación.

Mira, vale, tiene muchas cosas malas, pero soy un fan, ¿vale?
Aitor Maiden
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