Algunos decían que Shyamalan estaba acabado. Tras una serie de fracasos, entre los que se encuentran "Airbender: El último guerrero" y "After Earth", ha regresado. Y lo ha hecho a lo bestia, con una de sus mejores cintas. Una historia estresante y un tanto extraña, en la que, como de costumbre, nos enseña un tema poco explorado, como hizo en su día con "El sexto sentido". Algunas escenas aceleran el pulso hasta a la persona más fría. Además de u gran uso de la cámara y de los planos, típico de Shyamalan, y unos diálogos magníficos. Cabe destacar la grandísima actuación de James McAvoy, que me recuerda un tanto a Jack Nicholson en "El resplandor" (guardando las distancias).

Mi nota: 7,2