Estamos ante una de las mejores películas que ha habido, en el aspecto puramente técnico. Este matiz es digno de mencionar, pues, mediante un trabajo sonoro brillante, y una banda sonora exquisita, por parte de Hans Zimmer, uno de los más brillantes compositores de la historia del séptimo arte.
A pesar de todo esto, necesario es, en oda regla, decir que no tiene (ni de lejos) el nivel de otras obras del gran Cristopher Nolan, como la trilogía del "Caballero Oscuro", "Origen" o "Interstellar", debido a su bajo ritmo, provocado porque, al fin y al cabo, la de Dunkerque no fue una batalla, sino una huida. Por momentos su guion hace que el espectador se pierda y no comprenda bien la película, llegando a irse extrañado de la sala.

Mi nota: 7,0