Cuenta con todos los clichés del "slasher", resultando predecible, simple, lenta y no llega a aterrorizar al espectador en ningún momento. Ninguna de las actuaciones resulta destacable pues todo su reparto realiza sendas actuaciones malas. Algunas escenas resultan entretenidas y un tanto originales (si lo comparamos con el resto de la película), como la del padre en el coche o, principalmente, la de la piscina. La presentación de los personajes solamente consigue que nadie empatice con ellos. Lo único interesante de la cinta es su banda sonora, que nos recuerda mucho a esos "slashers" ochenteros de los que toma inspiración esta obra, especialmente de "Viernes 13" a la que, por cierto, no llega ni a la suela del zapato.

Mi nota: 4,3