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Voto de cineoptero:
9
Drama Antonio Salieri es el músico más destacado de la corte del Emperador José II de Austria. Entregado completamente a la música, le promete a Dios humildad y castidad si, a cambio, conserva sus extraordinarias dotes musicales. Pero, después de la llegada a la corte de un joven llamado Wolfang Amadeus Mozart, Salieri queda relegado a un segundo plano. Enfurecido por la pérdida de protagonismo, hará todo lo posible para arruinar la carrera ... [+]
5 de agosto de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recientemente he podido ver de nuevo y después de bastantes años este multipremiado y popular film de la década de los 80 con motivo de la edición remasterizada y con metraje añadido por el director. Y ha sido un descubrimiento en toda regla. Siempre me pareció un buen trabajo, pero verla ahora me ha abierto las puertas a un film maravilloso, una obra clave de la década, que se ha conservado sus virtudes de forma envidiable. Mantiene un portentoso ritmo interno, de una musicalidad que parece verse influida por la propia genialidad de Mozart. El montaje, los movimientos de cámara y la música (también los sonidos) conforman un conjunto de una personalidad arrolladora, elegante, clásica y a la vez actual. Milos Forman demuestra un gran talento en una puesta en escena ágil, precisa, inteligente y llena de sutilezas. Y todo ese esfuerzo se ve apoyado por un guion brillante en su descripción de personajes y en sus diálogos, que estructura perfectamente la trama y los temas principales, partiendo como una fantasía surgida de la mente de un personaje torturado, dividido entre la admiración y el odio, rozando ya la locura en su vejez y que termina siendo uno de los mejores retratos que he visto sobre el proceso y efectos de la envidia, descartando por tanto el relato biográfico. En este punto hay que destacar la inmensa labor F Murray Abraham, que literalmente se come a todos los actores, incluido un Tom Hulce que hace un notable trabajo como Mozart (inolvidable su risa), dejando claro quién es el verdadero protagonista de Amadeus: Salieri. Ese enfrentamiento interno que sufre Salieri se ve reforzado por otros conflictos que se muestran en el film, como la relación dependencia-rechazo de Mozart con su padre o el eterno debate de hombre y el artista, que en los personajes de Mozart y Salieri tiene una doble manifestación. Es un trabajo por tanto sometido a la dualidad, y no solo temática, sino en muchas ocasiones visual, repitiendo escenas casi idénticas con significados diferentes. Por último los trabajos de diseño de producción, vestuario, fotografía, montaje, sonido o banda sonora son ejemplares, mostrando un equipo de grandes profesionales cuyo trabajo es sabiamente aprovechado para enriquecer el film. Y por supuesto, destacar la excelente labor de restauración del film, tanto de imagen como en especial un espectacular sonido, especialmente relevante para el lenguaje audiovisual del director, y que nos presenta esta obra maestra en las condiciones que se merece.
cineoptero
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