Inofensivo entretenimiento con clara vocación de serie B que retoma y homenajea con cierto sentido del humor las películas de monstruos clásicas. No hace falta que el argumento sea convincente (¿cuándo lo es en un film así?), ni que los personajes sean creíbles o medio complejos. Lo importante en estos casos es mostrar bichos, crear tensión y soltar un par de risas. Excepto por lo de crear tensión, que no lo consigue, por lo demás cumple con lo que pretende. Pero ahí se queda. Poco en serio se puede uno tomar una película con esos diálogos, eso personajes y los actores que los interpretan… ah, y esas arañas, que no son precisamente un ejemplo de buenos efectos especiales. Eso sí, agrada encontrarse trabajos tan competentes y profesionales como el de fotografía, tanto en la parte inicial en la selva como en escenas nocturnas, o la banda sonora de Trevor Jones, incluida la irónica canción final. Y no hay más que contar. Serie B con intención de entretener, pura y dura, con algo más de presupuesto de lo habitual, pero con poco talento que destacar. A mí me gustó más Arac Attack, por su manifiesta intención paródica, pero es infinitamente superior a la espantosa Arachnid de la Fantastic Factory.