Bienvenidos al mundo de la ciencia ficción. Y no es por la temática de la película, sino por la cantidad de veces que el espectador tendrá que aceptar el sinsentido de cada acción por el bien del espectáculo.

"La fría luz del día" es un thriller que incluye acción, secuestros, persecuciones y disparos, y como debería ser normal, debería tomarse una serie de licencias para que todo fluya. El problema se presenta cuando TODO es una licencia y NADA de lo que vemos es verosímil. Ni siquiera se le acerca. El director El Mechri colabora realizando una facturación plana y sin alma. Las secuencias de acción no tienen planos cortos y cada vez que puede tira de helicóptero para esconder las carencias.

En cuanto al guión, tampoco sabe destacar ninguna parte en concreto, todo resulta muy lineal y por lo tanto carece de sorpresas. Esos giros de guión que suelen liarnos a todos tampoco aparecen, por lo que si a un thriller le falla la dirección y el guión queda esta película, que ni puede presumir de actuaciones relevantes. Willis y Weaver le dan caché solo con sus apellidos, pero poco pueden hacer para evitar que el barco se hunda.

Finalmente le añadimos unos cuantos tópicos españoles a la americana y el desconocimiento general por nuestra cultura y nuestras ciudades (se recorren Madrid en metro pasando por multitud de lugares en tiempo record) para terminar haciendo este torpe ejemplo de cine palomitero, pero del malo.