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España España · ALICANTE
Voto de JUANJO:
3
Terror Un grupo de jóvenes turistas llegan a una casa en el medio del campo donde son recibidos por un viejo granjero. Sin embargo el aparentemente hospitalario buen hombre, es en realidad un psicópata que posee poderes telequinéticos. Para colmo de males, sufre una cierta obsesión con sus maniquíes, que confecciona con cuerpos humanos. (FILMAFFINITY)
10 de febrero de 2018
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Arropado en las buenas críticas leídas por aquí, me dispuse a ver ésta “Trampa para turistas”, yo más bien la habría titulado “Trampa para incautos”. Después de verla se me quedó la cara como la de los maniquíes que salen, de cartón piedra.
Y eso que los primeros minutos pintaba maneras, con ese joven encerrado en una habitación de una casa abandonada en la que es atacado por diferentes maniquíes y posteriormente aporreado por toda una serie de objetos que salen despedidos de un armario.
Es imposible que todo lo que pasa después se pueda tomar en serio, unas actuaciones penosas, incluida la de Chuck Connors(no recuerdo que hiciera nada bueno), más propia de actores de saldo. Los efectos especiales, maquillaje, diseño de los maniquíes son de peores que los de una feria ambulante. Se repiten las consabidas situaciones de siempre, las inocentes víctimas corriendo para escapar del asesino que se tropiezan con cualquier cosa, hasta con una chapa de coca-cola.
No me vale la excusa de que la cinta es del año 1979 y no se contaba con muchos recursos disponibles para
hacer algo mejor. Por ejemplo Posesión Infernal es de 1981 se hizo con cuatro duros y acojona. Tenemos mucho antes La Residencia rodada en 1969 de nuestro querido Narciso Ibañez Serrador que ya muchos habrían querido
filmarla. Sirva como temática parecida a la que nos ocupa, Dolls del año 1987 que rodó Stuart Gordon, ésta si que es una pequeña joya del género.
En Trampa para turistas, nos encontramos la típica pandilla de jovenes de excursión que sufren una avería del coche y aparece un granjero muy amable que les brinda su ayuda(os suena esto de algo).
Les acerca al lugar donde vive que resulta ser una especie de museo de maniquíes, el granjero les explica que su mujer falleció de cáncer y su hermano que era un manitas creando los maniquíes se marchó a trabajar a la ciudad dejándolo solo.
Poco a poco los jóvenes empiezan a desaparecer de manera extraña y pronto se darán cuenta de que los maniquíes parecen tener vida propia.
Las bases para poder haber hecho una película más que decente las tiene, nos podemos acordar de otra como Los Crímenes del museo de cera de 1953 que causó gran impacto en su estreno y que curiosamente fue una de las primeras rodadas en 3D.
En definitiva nos quedamos con una buena idea y una mala ejecución que me ha causado más momentos de risa que de terror.
Según estaba viendo la película me vino al recuerdo la canción de Golpes Bajos “Fiesta de los maniquíes”...no lo toques por favor.
JUANJO
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