En estos tiempos difíciles de pandemia parece ser que el virus ha infectado el cerebro de algunos directores y/o guionistas que poco o nada tienen que ofrecer. Este es el caso de los creadores de “Becky”, un survival totalmente irrealista donde prevalece la estupidez supina a lo largo de toda la cinta.
La historia está enfocada en Becky, una niña de 13 años que vive con su padre y con su futurible madrastra que tiene un niño, él cual como veremos durante toda la película es un mero pegote. A Becky nos la muestran como una persona furiosa con el mundo y todo lo que la rodea. A perdido a su madre por una enfermedad e inexplicablemente esta es la razón de que demuestre una personalidad irracionalmente psicopática.
Un día aparecen 4 fugados de un furgón policial buscando a Becky por algo que no queda explicado en toda la película. Con esta premisa y un guión que hace aguas en todo momento, contribuye también el flojo papel de los actores que hace aburrir hasta los ovejas.
Con muchas incógnitas y mucho sin sentido avanza este survival que no aporta nada al género y ofrece unas escenas gore del todo innecesarias.