Quizás el cine independiente actualmente esté haciéndose cada vez más comercial y conocido pero cuando me dio por ver películas románticas indies me dio por una recomendación que fue El arte de pasar de todo, película de la que nunca había oído hablar y que en su momento a Emma Roberts no la conocía y a Highmore por sus papeles más conocidos como Las crónicas de Spiderwick, Cinco chicos y esto y Charlie y la fábrica de chocolate para luego conocerle mejor posteriormente al igual que a Roberts con Scream 4 y Somos los Miller. La película en concepto guión, imprevisibilidad y sorpresa no es una cinta sobresaliente. En su momento la valoré como la excelencia pero evidentemente cuando uno ve el contenido y lo compara con otras cintas que comparten nota pues ve uno la inferioridad de esta. Con esto quiero decir que a toda persona ajena que lea esta crítica y no haya visto la película he de decir que la película significa mucho para mí por que me identifico mucho con el chaval protagonista quien desprende una magnífica química con Emma Roberts. Ambos están geniales y la banda sonora también encaja, en el ámbito de la fotografía es correcta aunque sin destacar mucho más allá que un par de planos. Quizás haya muchas películas del estilo como Aquí y ahora (The spectacular now) u otras películas para adolescentes románticas sin llegar a lo empalagoso de las novelas de Nicholas Sparks. Es una cinta muy entretenida, corta y muy bonita sobretodo en los momentos más agridulces donde ves el caos, la indiferencia pero sobretodo la superación y la motivación por aspirar a algo en la vida aunque lo que te motive de forma sincera sea esa chica que aparece de la nada y que envuelve todos tus pensamientos. La cinta es memorable al menos en mi mente y espero que todo adolescente la vea y la considere la joya que yo la considero porque sin ser una cinta impactante y para el recuerdo del cine general, es una pequeña joya sencilla y especial que con momentos tiernos gana al espectador juvenil sobretodo y sin necesidad de ser explícito en su contenido ya sea por tacos o sexo como si lo hacen otras películas del género. Su sencillez me tiene ganado y esta revisión me ha hecho ver que sin ser una obra maestra es una película para recordar en este siglo XXI en el panorama independiente. Una lástima que no haya tenido reconocimiento y que no sea conocida, espero que el paso del tiempo la ponga en un lugar reconocido. Muy buena.