Muchos comentarios escuché sobre este episodio y pensar que vi las precuelas y el cuarto y sexto episodio y dejé este de lado así que finalmente me decidí y con buenas expectativas me he encontrado con la mejor película de la saga aunque a nivel personal sea La venganza de los Sith la que más me emociona. El imperio de Darth Vader y Darth Sidious que esta vez si aparece en escena vuelven a la carga para liarla al máximo y en este caso vemos también más humor en la parte de Solo y Leia con una química inquebrantable y con momentos realmente emotivos e intensos. John Williams sigue sorprendiendo y en esta ocasión también tenemos a un Yoda al que de primeras puede dar vergüenza ajena pero ese es su propósito para que no le subestimemos porque puede sorprender. Luke lucha por adquirir el poder de la fuerza al máximo y vemos uno de los mejores giros de la historia que ya tristemente se ha vuelto un spoiler público que no voy a decir porque ya tantas veces lo hemos visto, oído y leído. Esta vez Lucas pasa el testigo al director de la interesante pero irregular Robocop 2 que resulta bastante curioso ese contraste. Irvin Kershner logra la mejor de la saga, la más arriesgada e imprevisible y por supuesto la más espectacular rompiendo los estereotipos del género para darnos pie a un sexto episodio que volvió al esquema del cuarto pero igualmente disfrutable. Los personajes siguen siendo la mejor baza de la saga y aunque sufran mucho a causa del malvado Vader, logramos empatizar con ellos y sentirnos a gusto de lo que se expone. Una magnífica aventura para la historia.