Con 58 años el señor Roger Moore se enfrasca en otra aventura de Bond cual Harrison Ford en Indiana Jones. Quizás no estuviera demasiado preparado para lo que se le venía encima y aunque su carisma sigue ahí, ya resulta ridículo verle con mujeres a su edad y por supuesto el bando del villano que es memorable en cierta medida, no terminan de acertar con la marimacho negrita que más que sensualidad da asco. Tanya Roberts resulta una de las peores chicas Bond en una de las peores cintas de la saga. Sin ritmo, sin gracia y sin emoción estamos ante una película desastrosa y aburrida que salvo el tramo final donde las escenas de acción aciertan y la fotografía también que curiosamente el cartel es el final de la cinta por lo cual me parece un spoiler presentar algo así. En definitiva, la película tiene su gracia por Walken y algún momento gracioso aparte del final pero en términos generales se hace pesada, da vergüenza ajena y no termina de encajar en la saga a mi parecer. Una agria despedida para un buen Bond como lo fue Roger Moore. Una auténtica lástima.