Creo que nunca me había sentido tan identificada con una película hasta que vi Breve Encuentro. Se trata de una historia romántica pero muy real, natural y creíble. Es algo que nos puede pasar a cualquiera, de hecho a mi me ha pasado. Es por eso que esta película me ha llegado tanto. ¿Debemos coger ese tren con destino desconocido pero que a su vez nos reporta tanta ilusión y felicidad? ¿Cómo sabemos que al llegar a ese destino tan ansiado no desearemos regresar? ¿Debemos quedarnos en nuestro cómodo tren cuyo trayecto conocemos bien y cuyo desenlace intuimos? ¿Todo vale en el amor? Felicidad, sí, ¿Pero a cualquier precio? ¿Merece la pena dejarlo todo por alguien que conoces hace dos semanas?. Todas estas preguntas son la esencia de esta espectacular película. Nadie conoce la respuesta. Ni tan siquiera el gran David Lean ni Noel Coward que nos plantean estos enigmas sin resolver. Lo bueno es que siempre podemos elegir pero lo más importante es que hagamos lo que hagamos debemos ser consecuentes y no martirizarnos si nuestra elección no es la más acertada. Como dice laura: "Esta tristeza no puede durar siempre. Un día me acordaré de todo esto y me reiré al pensar lo tonta que fuí". No sé si a mi me llegará ese día, lo que es seguro es que cuando llegue, cuando esto pase, solo tendré que volver a ver "Breve encuentro" para revivir de nuevo mi historia, tan breve pero a la vez tan intensa.