Se deja ver, tiene ritmo, las actuaciones son en general aceptables... pero uno se queda con la duda de por qué pasa todo: por qué es tan rebelde, por qué se enamora tan rápido y por qué no abandona ese amor no correspondido, por qué la crisis pareciera ser de ese amor cuando en realidad el cortocircuito con el entorno familiar viene de antes y no se sabe por qué; por qué empieza de buenas a primeras con la enfermedad, por qué y como llega a la vida actual de hoy... Todo es superficial y poco claro.
Promocionada en el mundo adolescente como la 'película adolescente que trata sobre la bulimia y la anorexia', no es clara en su mensaje; no pareciera ser valiosa para mostrar a público adolescente en riesgo o hacer cine debate en aulas escolares; ¿basta con mostrar una situación de crisis superficialmente para tratar de dar luz a un tema tan complejo?
Y si bien la China Suárez está muy bien en su papel de adolescente rebelde, hay un tufillo bastante comercial en la exposición sensual de su cuerpo, y en las reiteradas y detalladas escenas de sexo que no se justifican en una hora y media de film. Eso baja la nota.
Como no se define si es una película para alertar del tema o aprovechar cierta curiosidad culposa con escenas fuertes, la película queda a mitad de camino. Y así como te movilizó, al rato se te olvidó, y las problemáticas adolescentes y la bulimia y anorexia siguen allí. Que se arreglen los padres, profesores y terapeutas.