Propuesta de modesto western moderno, al que no le falta su dosis de acción, violencia y algo de gore, todo ello en una estética muy de cómic. Pero lo mejor lo encontramos en los dos protagonistas principales. Patrick Wilson interpreta un papel muy parecido al de la segunda temporada de "Fargo" un sheriff rural recién ascendido al puesto y que intenta hacer su trabajo por las buenas, hasta que le cabrean demasiado. Y lo mejor está en Ian MCShane, el antiguo sheriff del pueblo, desaliñado y alcoholizado, no ha renunciado a mantener la ley en su pueblo.
Pese a no llevarse bien, tendrán que unir fuerzas para detener a una banda de traficantes de balas perforantes. Una película sencilla, que recuerda mucho en su estética y su propuesta a "El último desafío" la película que supuso el regreso de Schwarzenegger al mundo del cine.

No es una gran película, tampoco una mala película. Sirve para una tarde aburrida. Lo peor, quizá, su final, tan parecido al de otra famosa película, cuyo final ha sido imitado hasta la saciedad: