Una historia ciertamente interesante, algo fuera de lo normal. A pesar de que la premisa es extraña, se aprovecharon al máximo todos los recursos, iniciando desde la superstición hasta la vida secreta que se hallaba en los teléfonos celulares.
Sin embargo, yo sugiero que el género no debería ser exactamente comedia, sino drama, porque esta película es totalmente una advertencia sobre la tecnología y la comunicación algo de lo que supuestamente debería estar vinculado con total honestidad. No obstante, admito que hay gags donde hacen más ligera la tensión para sentir llevadera la cinta a pesar de la inesperada dirección cuyos resultados son muy indeseables.
Es un grupo de personas que se ponen de acuerdo para cenar en el departamento de una pareja donde atentamente los recibe conforme van llegando. El ritmo es algo semejante a un “in crescendo” donde vas notando la tensión en aumento al momento de que una de ellas toma la iniciativa de crear un juego en el que todos debían dejar en el centro de la mesa su teléfono celular y el propósito de dicha dinámica era no tomar el móvil para leer de manera personal los mensajes o llamadas, sino que todos debían dar a conocer todo lo que iba llegando al celular de uno. Pareciera una proposición muy oportuna, algo muy simple pero realmente es todo lo contrario.
Es increíble lo tanto que nos trata de decir esta película, sería muy bueno darle difusión. Parece ser una trama algo muy sencilla con una dinámica cuya fachada supuestamente inocente nos demuestra sin tapujos que todos están involucrados en asuntos realmente turbios e incómodos.