Alexander Payne nos ha dejado comedias con un sentido humorísticamente ácido de los convencionalismos: la familia, el amor..... temas universales que en manos de Payne han sido desnudados con un tono sarcástico pero dejando siempre mensaje de final feliz o del relativismo del humor.
Le ha tocado el turno a la Navidad y ha querido centrarse en el antagonismo entre el señor mayor, cómodo en su cobardía y en su visión plana de su labor educativa y el joven rico cuya mayor desgracia aparentemente sea el no tener las vacaciones navideñas soñadas. Ambos tienen antipatía del uno hacia el otro pero la circunstancia hace que ambos aprendan del antagonista.
El gran mérito del film es precisamente la base de su principal defecto: desde un planteamiento que hemos visto mil veces Payne logra profundizar en las vivencias de cada personaje de forma que muestra todo lo que hay detrás del escaparate de la vida de las personas y que sólo bajo determinadas situaciones se hace posible acceder a la trastienda y ver que sostiene los maniquíes, las costuras, los ajustes que no se ven y todo eso que hace entender más lo que cada uno es de verdad.
Todo ello adornado con los diálogos siempre inteligentes y brillantes de Payne, en este caso, quizás en algunos momentos no tan brillantes como en otras ocasiones.
No se trata de una obra maestra pero sin duda es una película que lleva a pensar en varios temas de los que plantea:
La cobardía del que se refugia únicamente en aquello que conoce y domina y no mira más allá no vaya a ser que encuentre algo que no se ha preparado nunca para asimilar.
El estigma heredado que puede ser tu destino escrito y que puede marcar, en la medida en que no seas capaz de superarlo, tu presente.
El heroísmo del tipo corriente que es capaz de darse a los demás cuando nunca lo ha hecho.
En resumen: no voy a decir que esperara más de Payne, no creo que se haya propuesto hacer algo más épico. Sólo una pega: hay determinadas secuencias que recuerdan mucho a comedias familiares ya muy trilladas y cierto convencionalismo amable que raya con diálogos con una carga ácida de la que es aficionado este director.