Ayer vi Shawshank Redemption, más conocida en España por Cadena Perpetua, por vigésima o quizá trigésima vez, no se que tiene esta película, más bien creo que lo que no se es lo que le podría faltar, quizás nada.
No sabría como definirla sin dejarme en el tintero mil matices que hacen que sea un verdadero peliculón, mi favorita de entre todas las que he visto siempre, que no son pocas.
No soy ningún entendido del mundo del cine y muchas de las películas que éstos consideran obras maestras me dejan bastante indiferente. Además hay que sumarle el hecho de que los entendidos la dejaron de lado el año que se presentó con 7 nominaciones a los Oscars.
Creo no obstante que esta película con mayúsculas es una delicia en cada uno de los minutos de su metraje en los que te mantiene aferrado a la butaca deseando que no acabe.
Las actuaciones de Morgan Freeman y Tim Robbins son memorables, lo que surge entre ellos a lo largo de los 142 minutos de metraje es una verdadera historia de amistad.

Me gusta tanto que en ocasiones he pensado que me gustaría vivir en esa cárcel.


“I have no idea to this day what those two Italian ladies were singing about. Truth is, I don't want to know. Some things are better left unsaid. I'd like to think they were singing about something so beautiful, it can't be expressed in words, and it makes your heart ache because of it. I tell you those voices soared higher and farther than anybody in a grey place dares to dream. It was as if some beautiful bird had flapped into our drab little cage and made these walls dissolve away, and for the briefest of moments, every last man in Shawshank felt free.”
Red (Morgan Freeman)