Última película de la saga 007 protagonizada por Roger Moore al cual ya se le nota que es demasiado mayor para encarnar al personaje. Moore está correcto en su papel aunque ya no resulte tan creible como seductor agente secreto.

Debido a esto, la relación que mantiene con Tanya Roberts, Chica Bond florero donde las haya, resulta muy poco creible al parecer este su abuelo.

Christopher Walken y Grace Jones desarrollan unos buenos malvados dentro del universo Bond. Christopher Walken está muy bien como demente y psicópata que ya no busca poder ni la dominación del mundo, sino simplemente dinero. Grace Jones es de lo mejor de la función, una mujer fría que al final demuestra tener sentimientos. Otra que ya no pega con el casi setentón Moore.

Dentro de la saga de Bond es una película del montón pero entretiene, que es de lo que se trata. Tal vez podría haber sido un mejor debut para Timothy Dalton que un buen final para Roger Moore.