Esta es probablemente la película de terror más hermosa en el aspecto visual que se ha rodado. La historia es muy simple, una joven norteamericana viaja a Europa para entrar en una prestigiosa escuela de danza en la que se hospeda una de las tres brujas más despiadadas del planeta. Evidentemente Dario Argento hace funcionar dicho argumento creando una de las mejores ambientaciones que he visto en una película de terror con medios precarios y con la ayuda de una iluminación colorida, hace que todo parezca una verdadera pesadilla. Mario Bava ya creaba este tipo de ambientaciones fantásticas con esa iluminación colorida, buenos ejemplos son "Operazione paura" y "Terror en el espacio", pero Argento va más allá con Suspiria. Esta película forma parte de una trilogía llamada las tres madres, formada por "Suspiria", " Inferno" y "La madre del mal". Debo destacar también la escalofriante y a la vez preciosa banda sonora de Goblin que acompaña armoniosamente a la belleza visual de esta obra maestra única, y inigualable.