Los putos yankis, como siempre, los buenazos y héroes, y los demás de asesinos sanguinarios. En "Air Force One" (otra fantasmada inaguantable) eran terroristas del Este, en "Mentiras Arriesgadas" eran terroristas islámicos, en "Salvar al soldado Ryan" eran alemanes desalmados... en este caso, en "El patriota" les toca a los ingleses hacer de cabroncetes bordes.

Ya sabemos que esa es la historia y que fue lo que pasó (me refiero al tema de la guerra de la independencia, no a como pintan a los ingleses en el film), y no tengo nada en contra de las producciones americanas (dentro de lo razonable) pero es que la peliculita ya se excede en patriotismo yanki, en banderitas y en chulerías del señorito de la coleta, que muy americano, muy americano pero lo irónico del asunto es que en la vida real, el señor Gibson es antisemita y homófobo a más no poder, como un verdadero Hitler.

"El patriota" resulta chocante por momentos. Seguro que el ex-presidente de la nación americana, Georgie Bush, alias "el puerco", disfruta con esa peli como un niño disfruta en una confitería.

Y cuando en una de las escenas se ven a dos de los hijos del personaje de Gibson, de apenas 12 años de edad, escondidos en el bosque y muertos de miedo, y cargando un rifle y disparando a diestro y siniestro a todo soldado inglés que pasara por delante, eso ya es lamentable, además de surrealista...

No sé como llegó a parar en este pastiche el mismo sujeto que dirigió y protagonizó la sublime BRAVEHEART. Seguramente la pasta gansa que le ofrecieron por protagonizarla, como Sean Connery en sus últimas películas, también Harrison Ford se dejó tentar por el dinero para hacer Indiana Jones IV, sin olvidar a Arnold Schwarzenegger en Terminator 3 (entre otros casos), ven un cheque de 30 millones de dólares y ya no pueden pensar.

En fín, una fanfarronada de película.