El núcleo de la película es la relación de Jung con una particular paciente, y se amplía con la crónica de los encuentros y desavenencias de Jung con su maestro Freud a lo largo del tiempo. Demasiado tema si no se es un maestro de la síntesis, y no parece ser el caso.
Las numerosas conversaciones de Freud y Jung, con su inevitable simplificación, terminan por resultar aburridas y poco ilustrativas del pensamiento de los personajes.
Por otra parte, al corazón de la película, la relación de Jung con su paciente, le falta intensidad, profundidad sicológica y morbo.
La ambientación es muy buena y buena es también la actuación de Fassbender. Los demás cumplen bien, aunque el personaje de Freud resulta menos interesante de lo que corresponde, puede que en parte debido al guión.