El señor de los anillos: Las dos torres de Peter Jackson, es una cinta fantástica de acción y aventuras épicas basada en la novela del mismo nombre de Tolkien. Dirigida con un ritmo trepidante durante gran parte del film, es intrépida y temeraria por su dificultad, y mejora a la anterior en cuanto a acción y entretenimiento, calentando la trama con mucho acierto y definiéndola de modo maravilloso, con un resultado prácticamente perfecto.
La fotografía, es espléndida y llamativa, tanto cuando exalta la naturaleza, como los castillos, palacios e interiores, siendo luminosa y cautivadora por su alusión a la historia, y desde luego bella y hermosa estéticamente para el espectador. Y la música, vuelve con sonidos intensos y penetrantes que acompañan de modo sobresaliente el film, inquietando y alarmando en los momentos oportunos, y con canciones espectaculares y grandiosas que gustarán a todos.
Las actuaciones, son auténticas, fidedignas y cumplidoras. Realizando todos una labor notable en cada uno de sus personajes, y manteniendo la línea de la película anterior, destacando de nuevo a Elijah Wood, Viggo Mortensen, Ian McKellen, Sean Astin, John Rhys-Davies, Christopher Lee, Liv Tyler, Hugo Weaving y Orlando Bloom. Y entrando caras nuevas como Andy Serkis, Bernard Hill, Miranda Otto y David Wenham. Usando estos, unos vestuarios y caracterizaciones estéticamente trabajados al detalle, en un excelente trabajo artístico que asombra, por su extraordinario resultado, y fascinantes personajes.
El guion, adaptado por el mismo director junto con Frances Walsh, Philippa Boyens y Stephen Sinclair, es atractivo, apasionante y absorbente de principio a fin, yendo de menos a más en una trama sustanciosa, belicosa e incitadora. Argumentado de modo alarmante y amenazador, intrigando y penetrando en todos los públicos por su historia hipnótica e inspiradora. Y empleando para ello, una narrativa impoluta y académica, con toques poéticos en ocasiones en la engrandecen, y dando con ello gran expectación y enigma a la trama, creando con ello curiosidad en el espectador.
Cabe resaltar también, los planos y movimientos de cámara panorámicos, reconocimiento, travellings, cámara en mano, steadycam, admirables e inteligentes en un magnífico trabajo técnico mezclado con imágenes de ordenador. Y unos efectos visuales y de sonido impresionantes, expertos y admirables que son espectaculares y grandiosos, y asombran su visionado en los momentos de acción y batallas.
Por lo que, en líneas generales, la considero una obra indispensable y esencial para continuar la zaga de modo brillante. Excelente y fantástica, además de portentosa y emocionante en el modo de cautivar y fascinar a un público rendido a su encanto. Y desde luego, totalmente recomendable por su dirección, guion, narrativa, efectos, planos y movimientos de cámara, vestuarios y caracterizaciones, fotografía, sonidos y bandas sonoras que la hacen imprescindible y necesaria, para los seguidores de Tolkien, y para todos los públicos en general.