El planeta de los simios de Franklin J. Schaffner es un film de aventuras y ciencia ficción considerado ampliamente un film de culto. Dirigida con un ritmo enérgico y con un estilo audaz que lleva a cabo de modo notable una historia difícil de plasmar y más aún para la época, construye una obra admirable que gusta ver y cautiva a los seguidores del género con una trama inolvidable. Realizada de forma lúcida tiene un resultado magnífico y de visión obligada para cualquier cinéfilo.
La fotografía es espléndida y bien cuidada en detalles evocadores que estimulan al público por su originalidad. La música es hipnótica gracias a unos sonidos inquietantes que mantienen en los momentos oportunos la intriga en una arrolladora labor musical no desprovista de mérito. Los planos y movimientos de cámara perfeccionan una excelente tarea técnica con cámara en mano rápida en la acción para desconcertar al público, siendo notable el resto con el inteligente uso de panorámicos, reconocimientos, aéreos, avanti y seguimiento en una de las cuestiones que más destacan en el film.
Las actuaciones son relucientes en el caso del protagonista Charlton Heston que trabaja en su línea habitual y eficientes los papeles de Roddy McDowall, Kim Hunter, Maurice Evans, James Whitmore, James Daly y Linda Harrison. Para estos emplea la dirección artística unos sorprendentes vestuarios y caracterizaciones en un trabajo con los simios que incluso hoy día asombran por su original terminación. Destaca también unos efectos admirables en su momento que siguen siendo competentes aun con el paso de los años.
El guion, escrito por Michael Wilson y Rod Serling, basado en la novela de Pierre Boulle es enigmático hasta el final. Este se argumenta de forma amenazadora, absorbiendo al público gracias a un trabajo atractivo que sigue cautivando a generación tras generación, manteniendo vigente su encanto cinematográfico. La narrativa que utilizan es una hábil mezcla intrigante e insidiosa que es competente al mostrarnos con los simios nuestros propios miedos e inseguridades. Destaca también el montaje lineal y seguido metiendo mucha historia en menos de 2 horas, haciendo el film llevadero.
Concluyendo, la considero una obra inmortal e insustituible en la ciencia ficción y aventuras del séptimo arte, que merece la pena ser vista y que ha dado otras secuelas y homenajes de menos categoría que aprovecharon su tirón comercial estropeando un clásico de primera. Recomendable por su dirección, guion, interpretaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios y caracterizaciones que vuelven a El planeta de los simios, un film muy trabajado y seductor que no defraudará al público en general.