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Voto de Elcinederamon:
7
Drama Invierno de 1943. Durante la ocupación alemana de Francia, en un internado católico para chicos, Julián, un muchacho de trece años, queda impresionado por la personalidad de Bonnet, un nuevo compañero que ingresa en el colegio después de iniciado el curso. (FILMAFFINITY)
15 de marzo de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adiós, muchachos de Louis Malle es un drama basado en la amistad de la infancia sobre un grupo de muchachos que están en un internado católico en la Francia ocupada. Dirigida con un ritmo más bien lento y con un estilo íntimo y personal que trasmite en muchos aspectos la realidad de aquel entonces, es una obra particular que va creando la trama poco a poco y ofrece una historia incitadora en la que los niños son los protagonistas, atrapando con ello al público seguidor de los buenos dramas ya que es un film arrollador en lo que se propone y que tiene además unos detalles excelentes que no dejarán a nadie indiferente.
La fotografía es evocadora y está bien cuidada en detalles conmovedores que cumplen con una labor competente y estéticamente apropiada para lo que se ofrece en el film. La música es emotiva y solo es usada en los momentos oportunos, no apoyándose en ella y solo añadiendo algunos sonidos clásicos y desesperanzadores para cumplir con una tarea profunda. Los planos y movimientos de cámara consuman una correcta labor técnica a través del uso de los primeros planos, subjetivos, seguimiento, reconocimiento y detalles formales que sacan lo mejor de la acción y las interpretaciones.
Las actuaciones son naturales y muy bien trabajadas en el caso infantil. Como protagonistas Gaspard Manesse y Raphaël Fetjo interpretan con profundidad psicológica y acierto, siendo buenos los acompañamientos de Francine Racette y Stanislas Carré de Malberg entre otros. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones alusivos y elegantes que son típicos tanto en el caso de los jóvenes como en el de los curas en una labor sugestiva que, junto con los decorados, te transportan notablemente a la época y lugar en cuestión.
El guion, escrito por el director, va de menos a más y plasma con honestidad a los jóvenes niños de un internado durante la segunda guerra mundial en la Francia ocupada, mostrando sus fallos y virtudes de un modo sincero que atrapa el corazón del público, haciéndolo partícipe de una trama de lo más arrolladora y desilusionada que cumple con eficacia con lo que se espera de ella. Esto se lleva a cabo con una narrativa infantil y común a estos personajes que con tono académico y en ocasiones insinuante, da forma a los recónditos diálogos de este film.
Para finalizar, la considero una obra provocadora e inolvidable con lo que expone, esa triste realidad que ocupa la Alemania nazi en la segunda guerra mundial, atrapando con ello la total atención de un público expectante de un desenlace incierto y lleno de conmoción. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, planos, vestuarios, caracterizaciones, decorados y narrativa que hacen de Adiós, muchachos, un film arrebatador y profundo que cautivará a todos aquellos dispuestos a descubrir historias de aquellos fatales días de la segunda guerra mundial.
Elcinederamon
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