La diligencia de John Ford, es un film de western, conocido por ser parte del resurgimiento del género, y por lanzar a la fama a un joven John Wayne. Dirigida con el ritmo y duración apropiada, consigue un resultado sorprendente y competente, realizando un film espléndido e impecable, de los que no le afecta nada el paso del tiempo.
El guión es amenazador por la sensación que da a la diligencia, el seguimiento de los apaches, de hecho, a veces es claustrofóbica por estar la mayoría del tiempo dentro de ella. Con un argumento absorbente y entretenido por tener en su interior varias historias de personajes distintos con un mismo destino.
Hace gran uso de planos y movimientos de cámara, inteligentes y admirables, muy trabajados, sello de Ford. Con una fotografía evocadora del oeste en blanco y negro competente y cuidada, al igual que los vestuarios y caracterizaciones, que son más que aceptables, estéticamente cuidados y sin dejar nada al azar.
La música, es uno de sus platos fuertes del film, muy conseguida y evocadora al oeste con canciones populares americanas del siglo XIX. Y también las actuaciones, que son brillantes con un joven y convincente John Wayne, y una interpretación secundaria estelar de Thomas Mitchell sin por supuesto menospreciar el gran trabajo del resto del elenco.
Por último, mencionar y destacar una narrativa perfecta, alusiva en todo momento al lugar en cuestión y totalmente apropiada. Por lo que, sin duda, la considero un gran clásico del western, y de los mejores trabajos de John Ford, con un argumento entretenido, unas buenas y remarcables actuaciones y un final convincente y satisfactorio.