Matrix Revolutions de los hermanos Wachowski, es el final de una zaga que comenzó enganchando a un personal, que fue perdiendo el interés a medida que se iba desarrollando. En la misma línea que su antecesora, no logra cautivar y dejar un final digno, evidente la falta de idea y de venirles grande lo que parece que consiguieron por casualidad.
Hay algunos puntos que si mantiene un gran listón, como la banda sonora que vuelve a ser fascinante y arrolladora, y los efectos especiales y visuales, que son sorprendentes, más aún que la anterior y llegando a ser increíbles en todo momento.
También vuelven a acertar con los vestuarios y caracterizaciones futuristas, y con una fotografía rica en matices, oscura y lúgubre que consigue crear esa atmosfera de magnetismo y surrealismo. Todo lo contrario de las actuaciones, que vuelven a caer otro escalón más, y llegan a ser inexpresivas y nada convincentes.
En conclusión, un final tenía que tener y lo tiene, aunque desde luego no convence, ni la trama que llega a rallar en lo banal e insulso, y por supuesto el guión, que es superficial y no cumple con el alto listón de película de culto, como lo es la primera parte. Quién sabe, si hubieran olvidado rodar Reloaded y Revolutions, tal vez el tiempo la hubiera colocado a la altura de alguna cinta como Blade Runner.