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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
1
Acción Mikel está a punto de casarse con Julia, la dueña de una importante joyería. Durante la fiesta en la que anuncian su compromiso, conoce a Ari, una de las camareras del catering. La atracción que surge entre ambos llevará a Mikel a interesarse por las carreras ilegales de coches, que es el mundo en el que se mueve Ari. Su amor por la chica es tal que abandona a Julia, sin saber siquiera cuáles son los planes de Ari y su novio. (FILMAFFINITY) [+]
26 de abril de 2013
74 de 89 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película, calificada de puro deseo, adrenalina, diversión, al límite y sexual por sus responsables (y publicistas), se resume en dos secuencias:

— Mikel, el protagonista, golpea frenéticamente el volante en su Ferrari 458 Italia como si fuera el ‘mono’ protagonista de “El origen del planeta de los simios” con un montaje machacón a ritmo de ‘ji’' de turno y combina la sensación de rabia, pena y tener una hemorroides como los pechos de Falete.

— Ari, la protagonista, vuelve con Mikel cambiando su peluca rubia de pega por su pelo natural y tan largo como Samara de “The Ring” y suelta antes de echar un polvo en un anuncio soft-porn de Calvin Klein: «No hagas preguntas».

Efectivamente para disfrutar de esta película no hay que hacerse preguntas en esta revisión spanish-sofisticada de “A Todo Gas” perpetrada por los responsables de “Fisica y Quimica”, “3 metros sobre el cielo” y “Tengo ganas de ti”… Preguntas del tipo:

— ¿No es un poco irónico que los mismos que emiten “Ponle Freno” produzcan una película donde se hacen temeridades al volante y se cometen crímenes ‘en cuadrupedia’ y echen el anuncio antes y después de que empiece el programa? ¿No es como si la COPE pusiera un anuncio de condones antes de una misa?

— Si voy a buscar a alguien en google… pongo su nombre seguido de Tuenti… Vamos, lo encuentro seguro-segurísimo.

— Recojo a mi chica, damos un rulo, me la llevo a protagonizar “Memorias de África” versión choni y vuelvo a mi pedazo apartamento en La plaza de España de Madrid para darme cuenta de que… ¿no la había recogido ahí enfrente?

— Sí, sale la misma canción de Carlos Jean y DJ Nano todo el rato… ¿O al final era otra pero sonaba igual que la de antes?

— Los protagonistas no tienen criterio: la prota que pide un ron solo y después un vodka, el prota-malo que es argentino y no sabe hablar argentino, el malo colombiano al que le llaman ‘El Argentino’ y habla mejor argentino que el argentino, esas persecuciones y seguimientos a dos metros en los que nadie usa el retrovisor, el ‘adelantamiento’ del final en el propio trailer, esa interminable sucesión de absurdos y planes súper-preparados que superarían en el patio de una guardería con un pack de Plastidecor… ¡Y por Dios! ¡¿Dónde está la policía!? Pa’ una vez que salen… y es pa’ hacer el gañan.

— Y por favor, no la comparen con un videoclip cuando gente como Michel Gondry, Chris Cunningham o Spike Jonze lo transformaron en arte. Definan esta OBRA que define nuestro cine como una sucesión y encadenado de anuncios y comerciales… porque, seamos sinceros, ¿qué no sale anunciado aquí? Está película únicamente nos vale para trollear en forocoches. ¡Lo demás es tontería! Perdón, tuentiería… De hecho, si hubieran sido coherentes debería estar protagonizada por John Cobra, ¿no?
Maldito Bastardo
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