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Voto de Alvaritohr:
9
Drama. Romance Nueva York, años 20. En la alta sociedad norteamericana, llama la atención la presencia de Jay Gatsby, un hombre misterioso e inmensamente rico, al que todos consideran un advenedizo, lo que no impide que acudan a sus fastuosas fiestas en su gran mansión de Long Island. Gatsby vive obsesionado con la idea de recuperar al amor que dejó escapar años atrás. Para ello se hará amigo de su vecino recién llegado, el joven Nick Carraway. (FILMAFFINITY) [+]
22 de septiembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me siento muy objetivo hablando de una película de Buz Luhrmann, pues siempre he sido gran admirador de sus exageraciones rozando lo absurdo y su valentía a la hora de realizar obras diferentes. Tampoco voy a entrar a comparar el libro de Fitzgerald con la película, pues a pesar de que en este caso la adaptación es totalmente fiel, siguen siendo dos obras diferentes a las cuales deberiamos juzgar por separado.

Sin duda alguna y por mérito del director, el film es un auténtico regalo para los ojos; Colorido, decorador, luces y mansiones que nos hacen conocer los años 20 americanos y su propia decadencia de una forma nunca vista. Una decadencia que ni mucho menos es el tema principal de la obra, pero que si está presente en todo el desarrollo. Vuelve arriesgar nuestro excéntrico director incluyendo rap en una película de los años 20, me gustó en la primera escena que se escucha, pues la velocidad y las imágenes en ese momento de la película lo propician, no así cuando seguimos escuchando rap en otras dos o tres escenas más durante la película; Es una de las consecuencias de la ya mencionada valentía del director con ideas novedosas.

En los primeros treinta minutos de film conocemos a Luhrmann en estado puro; Un ritmo desenfrenado y planos de fuera a dentro más desenfrenados aún, conocemos la parte bonita de aquellos años llenos de fiestas y alcohol (a pesar de su prohibición), todo ello a través de un Spiderman oculto bajo la identidad de un joven que se adentra en el mundo de Wall Street, Nick Carraway. Toda esta parafernalia del principio de la película tiene un único fin, darle misterio, aún más si cabe, a nuestro protagonista Gatsby, todo personaje de la película hablando de él, cada uno con su historia y tal vez ninguna cierta, hacen que tus ganas por conocer a Gatsby crezcan cada vez más. Si señores, aquí Luhrmann nos da una clase magistral de como presentar a un personaje, un cóctel explosivo que hace la boca agua al espectador; Primero, únicamente su voz con un plano en movimiento que no sabe a dónde va, acabando con una copa de champan, muchos fuego artificiales y una sonrisa que solo DiCaprio tiene en el mundo. Ni falta hace hablar de Leonardo DiCaprio, pues Gatsby solo podría ser él.

Una vez conocido a nuestro carismático protagonista, empezamos con la segunda parte de la película en la que descubrimos el tema principal. La ilimitada esperanza de Gatsby por conquistar al amor de toda su vida, Daisy Buchanan, quien (no casualmente) vive en frente de la mansión de Gatsby junto a una luz verde esperanza. Aquí se introducen numerosos flashback del pasado de Gatsby, los cuales tampoco son de un gran interés pero si necesarios para conocer sus secretos, que no son pocos. Ya abandonando, aunque no del todo, los efectos visuales tan potentes, llega el reencuentro entre Daisy y Gatsby, el cual deja de lado la emotividad del momento para dejar paso a una escena curiosa y divertida, después de unos días en los que ambos pueden disfrutar juntos el uno del otro, llega el momento de la película en el que el sueño de Gatsby se desvanece, coincidiendo, y tampoco casualmente, con la ya mencionada decadencia americana, pues se acerca el crack del 29 donde los ricos pasan a quedarse sin nada y las fiestas llegan a su fin.

Una obra entretenida, agradable para la vista y con un tema principal muy emotivo que deja entrever que tal vez en América no todos los sueños son posibles. Esa es la magia de esta película, la esperanza de un hombre (que es el mayor estímulo que se pueda tener) que hace hasta lo imposible por conseguir su sueño, el cual parece ser inalcanzable, pero que a pesar de ello, no pierde la esperanza ni en el último momento, ya que eso es lo único que podemos mantener por siempre y que solo depende de nosotros mismos.

“El más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta” – Federico García Lorca.
Alvaritohr
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