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Fidji Fidji · Atlántida
Voto de KesheR:
6
Drama Enayat y Jamal, dos jóvenes afganos que viven en un campo de refugiados de Peshawar, sueñan con irse a vivir a Gran Bretaña. Pero el viaje que emprenden a Londres estará lleno de dificultades, puesto que, antes de llegar a su destino, tendrán que atravesar Irán, Turquía, Italia y Francia. (FILMAFFINITY)
20 de septiembre de 2006
6 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha pasado algo extraño con esta película, que no me suele ocurrir. Veréis, he comenzado a verla pensando que era un puro documental (ni siquiera sabía exactamente de qué trataba, sólo tenía una ligera idea). La película, que muestra a un par de refugiados afganos (uno de ellos un adolescente) emigrando a Londres, me estaba comenzando a fascinar. Estas dos personas deciden comenzar un viaje peligroso, por tierra, que les llevaría a través de todo Oriente Próximo. Winterbottom, con una técnica de “cineasta de guerrilla”, se dedica a filmarlos con gran detalle a lo largo de este proceso. Vemos cómo Jamal y Enayat son zarandeados por la compleja (pero tremendamente efectiva) red de mafias, impotentes ante el devenir de los acontecimientos y temerosos de toparse con algún estafador. Se aprecia con gran detalle la vida en Irán, Pakistán, Turquía… y se nota perfectamente el cambio del paisaje cuanto más se acercan a Europa.

Yo estaba babeando con todo esto. Me parecía increíble que un grupo de documentaristas hubiese sido capaz de infiltrarse en toda aquella red de delincuentes, consiguiendo de paso captar momentos hermosos y hacer buen cine. Tan poderosas y adecuadas eran las imágenes, que empecé a tener la mosca detrás de la oreja. Las alarmas se dispararon cuando se ve a uno de los contactos buscando pornografía homosexual en Internet: ¿quién, en aquellos países, se hubiese dejado filmar en tales circunstancias? Pero cuando ya he tenido que parar la película ha sido cuando se veían distintos planos, excesivamente planificados, de un jeep militar: aquello no podía ser verdad. Y, efectivamente, Winterbottom hizo algo más cercano al drama que al documental. El viaje fue planeado de antemano, escogiendo a los protagonistas y a la mayor parte de personas/personajes que se iban a encontrar por el camino. Los protagonistas interpretan versiones ficticias de ellos mismos. Sin embargo, el tono documental no desaparece puesto que todo lo que vemos es perfectamente posible y ocurre cada día.

En resumen: lo que nos cuenta la película no es real, pero podría serlo. Racionalizándolo, da igual: como bien nos enseña Werner Herzog, no existe diferencia entre realidad y ficción en el cine. Al fin y al cabo, una historia es una historia, y si te emociona es lo único que cuenta.

En teoría.

Lo cierto es que a partir de saber la verdad, la película no me tocó ni la mitad que antes. Pasé a ver la historia con ojos puramente cinematográficos, y me encontré con que no era para tanto. Me di cuenta de que, para mí, el hecho de que el director se hubiese jugado la vida para rodar esas escenas le hubiese dado más valor a la película. Hay escenas, como la muerte de un personaje en un barco, que no tiene casi ningún valor fílmico si no es cierta. Si querías hacer un drama, ¿por qué no echar más leña al fuego? ¿Por qué no construir un guión más interesante? La película quiere reflejar la realidad, pero si no es real lo que vemos, ¿realmente tiene valor?
KesheR
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