Dans la Maison me parecía mejor que el mejor Allen mientras la estaba viendo. Porque Allen hace películas deslabazadas, no tan cerradas y bien rimadas como la de Ozon. Me da la sensación de que no sólo es la mejor película de Ozon si no de que va a ser la mejor del autor durante bastante tiempo. Y eso que no me gusta Ozon demasiado. Me refiero a que todo está en su punto en Dans la maison, a pesar de que son temas que el director galo ya ha usado en otras ocasiones. Por ejemplo, La piscina ya tenía muchos de los elementos de está película: el juego realidad-ficción o la presencia de una lolita sofisticada y dominadora.

Al revés que otras películas, las buenas sensaciones que tuve durante la proyección se fueron desvaneciendo y con la reflexión la película no me parece tan buena como la disfruté en su momento. Quiero decir que si bien la película funciona tal y como dicen los críticos, en muchos planos, jugando con muchos géneros, a distintos niveles, no se trata más que de un magnífico ejercicio de estilo metalingüístico. Pero el propio Ozon no se cree su ficción, deja demasiadas pistas sobre su condición de representación: el personaje principal, una especie de diablo adolescente omnisciente, es un personaje casi abstracto, el motor de la trama es más bien un autor, casi el mismo Ozon.

Al final, el director enuncia aún más su película como una reflexión sobre la condición ficticia de cualquier relato. Curiosamente, la película que critica el regusto del arte contemporáneo en hablar sobre sí mismo y que convierte la galería de arte en un alivio cómico, reflexiona sobre el arte del cine de una forma más similar al discurso artístico que al cine de emociones puras y sinceras.