Mal que le pese a muchos, Brett Ratner está dispuesto a devolver a Eddie Murphy, si no al trono de donde el espectador lo bajó, sí al menos a una posición más o menos aceptable como la que obtuvo hace años con la primera "El profesor chiflado" o "Bowfinger", después de una serie de sonados fracasos.

Se viene rumoreando la vuelta del superdetective Foley de la mano de Ratner (que además de la cuarta aventura del divertido personaje, supondría también la cuarta saga que toca el personaje del realizador), pero antes de que eso ocurra, si es que ocurre, llega de aperitivo esta "Tower Heist", titulada aquí de otra manera porque... en fin, porque sí.

Una de robos que debido a la crisis financiera ha encontrado cierta empatía en el espectador (coincidencia dicen, ¿alguien se lo traga?) y que da exactamente lo que se espera, poca cosa. Un grupo de "currantes" contra el canalla poderoso. Sin embargo, la peli recuerda a aquellas primerísimas comedias de Murphy en las que él era parte del elenco, y no, el elenco. Hoy es Ben Stiller, Matthew Broderick y Téa Leoni donde en su día fueron Nick Nolte, Dan Aykroyd y Jamie Lee Curtis.

Es clara la intención de limpiar un poco la imagen de Murphy (otra vez...), quitándole, ya no el protagonismo, sino también el co-protagonismo; y funciona, a medias. A estas alturas no es fácil reconocer en el cómico a aquel Eddie Murphy de "Limite: 48 horas", aunque algo queda. Quien tuvo, retuvo, que se dice.

El protagonista es Ben Stiller, pero por muy bien que me caiga, podría haber sido su colega Owen Wilson y no se habría notado la diferencia. Muy contenido esta vez, pero en definitiva, haciendo de Ben Stiller, algo que a servidor le resulta bien a secas. Por lo demás, Téa Leoni en su mismo papel de siempre cuando hace comedia, un Matthew Broderick haciéndose viejo y Alan Alda.

Una especie de "Ocean's Eleven" más mundano al servicio de Stiller y, así como que no quiere la cosa, de un Eddie Murphy que se resiste a abandonar el mundo del cine como se comento no hace mucho. De momento, de su amistad con Ratner, esta "Tower Heist" y un (sospechoso) incidente en los Oscars 2012. No es la mejor opción que nos da el actor a todos los que todavía reímos con los superdetectives en Hollywood o príncipes de Zamunda, pero quizá sí sea uno de los mejores finales posibles después de todo.