Una pena...la que prometía ser una serie diez, a la altura de "Six feet under", "Breaking Bad" o "Dexter", que por su atmósfera, actores que te envuelven y se convierten en parte de ti, nunca deseas que terminen...ha ido convirtiéndose, temporada tras temporada en una parodia de si misma...

En la primera temporada le había puesto un nueve, a pesar de sobrar algún capítulo, después de ver la tercera debería puntuarla con un cuatro siendo benévola.

Todo lo que impactaba y emocionaba en la primera temporada ha ido deviniendo en desesperación y exasperación en la tercera...hasta lo que parecía una "profunda e inquietante" interpretación de Elisabeth Moss, acaba exasperando en la tercera temporada, sus gestos y su mirada al cielo claman ya para que ocurra algo diferente, alabado sea! y que los responsables de la serie no se regodeen una y otra vez en lo mismo. Si, todo se ha vuelto ya manido...ya sólo paso los capítulos uno tras otro para ver si en el siguiente ocurre por fin algo diferente del resto, sin disfrutar del camino.

Sólo en los últimos capítulos de esta tercera entrega, se vislumbra un poco de cambio y asuntos pendientes para esperar la cuarta.

Supongo que no es fácil mantener el nivel de las series que he citado anteriormente, donde no era tan importante el final (que también), sino ir disfrutando de cada episodio como un pequeño tesoro, rumiándolo poco a poco, sin presión, sin más. Pero hoy en día, todo se ha vuelto una carrera hacia ninguna parte, donde la poesía de las imágenes importa bien poco, sólo la audiencia, sino que se lo digan a "Mindhunter".