El argumento tiene alguna fisura: no consigo entender cómo llega Eames al despacho de Fischer, cual es el tiempo que realmente pasan dormidos Cobb y Mal (si realmente son varios años ¿Cómo consiguen sobrevivir en el mundo real?), ¿Por qué el tiempo pasa más rápido para Saito?. Aún así, la trama es tan sólida y está tan bien expuesta en lo básico que consigue engancharte desde el primer minuto.

Es una estupenda película de acción dentro de un guión de ciencia ficción. Esa manera de encajar un sueño dentro de otro sueño, dentro de otro sueño y, lo más difícil todavía, dentro de un último sueño, tiene tan pocas fisuras que hasta sorprende que se haya conseguido una película tan lograda. Lo más fácil hubiese sido rodar un galimatías sin pies ni cabeza y, sin embargo, Christopher Nolan termina rodando una obra maestra.

Y luego esa duda final, ese tótem girando y girando sin saber a ciencia cierta si el fundido en negro lo hace parar o, sin embargo, Cobb sigue en su propio sueño y el tótem jamás dejará de girar por más que crea que ha logrado sus objetivos.