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Voto de Archilupo:
3
Drama El polémico Larry Clark -director de 'Kids' (1995)- y el reputado director de fotografía Edward Lachman, codirigen este drama -con abundantes escenas de sexo explícito- sobre un grupo de adolescentes que viven en una zona residencial de Visalia, California, en el seno de familias de clase media. Tres chicos y una chica son amigos desde la infancia: Tate comparte casa con sus abuelos y con un perro de tres patas llamado Legs; le gusta ... [+]
15 de abril de 2009
26 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
El formato telefilm, con su método abreviado de diseño de realidades (personajes unidimensionales, situaciones prefabricadas, actores de segunda), es de por sí anodino y limitado. Pero aún puede revolverse en su cortedad. Está el trazo grueso.

Si en el contexto del conflicto generacional (que registra algún que otro suicidio y asesinato) un adolescente tiende a ser agresivo, aparece como un loco furioso que amenaza de muerte a su abuela porque no llama a la puerta del cuarto cuando le lleva la merienda.
Si unos abuelos, ya mayores, son demasiado indulgentes con el nieto, son presentados como lelos deplorables que no apean de los labios una sonrisa bobalicona.
Si otro adolescente se siente atraído por las mujeres, una mujer del vecindario (por cierto la madre de su novia) le adiestra en el cunnilingus, que practica con lametones perrunos.
Si un viudo a duras penas soporta la pérdida de su bella y joven esposa, el pobre lo vive como creyente fanático, alienado y patético, que habla con las fotos y las tumbas y deambula en la inopia.
Si su hija adolescente recibe una estricta educación religiosa, desarrolla una afición a maniatar a sus amigos en la cama, y a disfrutarlos a pares.
Un padre que no se lleva bien con su sensible hijo se caracteriza por estar desempleado, beber sin parar, ir de putas callejeras, pasar el día en el sofá ante la TV más ultra o haciendo pesas para bíceps; por pegar a ese hijo y también, ya puestos, por desarrollar hacia él deseos libidinosos.
Si otro adolescente es retraído a la hora de tratar con chicas de su edad, se ve con sórdido detalle, con pelos y señales por así decir, la modalidad de onanismo a que se dedica.

Con esta tónica de caricatura involuntaria no se rebasan las formas estereotipadas del telefilm: no hay parodia ni sátira, como con ironía e inteligencia se hace, por ejemplo, en “Very Important perros”. Hay más bien una inversión de esa tendencia edulcorante usual en el formato, que deriva hacia una burda aspereza, una abierta fealdad.

El planteamiento incluye escenas suplementarias, a modo de póster central desplegable, donde los actores jóvenes aparecen sin ropa y entregados a diversas actividades sexuales, mostradas de forma insólitamente explícita. De pronto convertidos en avezados estudiosos de Malinowski, los adolescentes perfilan la alternativa al mundo penoso que les ha tocado: esas sociedades polinésicas donde los jóvenes se pasan el día sin hacer otra cosa que follar en pandilla. Y mientras hablan, lo ponen en práctica con gran soltura.
Y eso es todo, en cuanto al futuro. Junto con las drogas y el patín.
Archilupo
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