Tom Cruise tiene 56 palos, los luce "¡qué flipas!" y no se achanta en ponerse el traje de Ethan Hunt una vez más. Así, a tocateja, tampoco parece para tanto pero uno debe revisar las entregas anteriores de esta dignísima y entretenidísima saga para ver la magnitud de la apuesta de este señor. Habría que aclarar también el exhausto trabajo físico (que no usa dobles vamos) para comprender lo ímprobo del desafío, ¡sí hasta ha aprendido a hacer saltos HALO en paracaídas con 56 años joder! ¡qué ha este hombre no le hacen falta estos sobresaltos! pero él, dedicadísimo profesional y sufridor sin duda, en una escena de la película se rompió un tobillo, él quiere desafíos y no me extrañaría verlo haciendo más veces de Ethan Hunt en el futuro.

En esta ocasión Hunt y sus amigotes, listos como centellas, deben hacer frente al caótico plan de una maligna mente brillante que pretende, como no, incendiar el mundo y la sociedad como la conocemos y todo se va a ir a la mierda y ese largo plus de cosas que deben evitar los buenos que hagan los malos. Aunque en la ocasión el guión se adorna de algunos buenos giros y la trama sin ser compleja o nada del otro mundo se disfruta como perfecto acompañamiento del resto del filme.

Y este es canelita fina, las secuencias de acción son una vez más, fantásticas, muy bien hilvanadas con el resto de la función y cuando llegan apenas dan un respiro, lo bueno de McQuarrie en esta ocasión es que simplemente ha dejado que estas hablen por si solas sin buscar confusos efectismos que arruinen un gran trabajo de los especialistas y de planificación de secuencias, el pase del salto en paracaídas o la persecución de los helicópteros hablan bien a las claras de la espectacularidad del filme y sobre todo del esfuerzo y la dedicación de Cruise que aprendió a pilotar helicópteros para la ocasión acumulando más de 9000 horas de vuelo en pocos meses para una secuencia final apoteósica. Quizás podría ponérsele el pero de que en las persecuciones con motos el sonido de estas no se ajustaba a la realidad, ya no porque una Triumph suene como un F-1 rabioso si no porque el sonido no parecía coincidir con lo que se estaba viendo, eso y que no creo que las motos tengan 678 marchas... pero bueno, ¡qué todos los males sean eso como suele decirse!

No me gustaría dejar en el tintero al elenco, implicados al 100% con la película, desde Cruise, este no al 100%, si no al 576763278698%, hasta Baldwin pasando por Pegg, Ferguson o Sean Harris, quizás haya encontrado a Ving Rhames un poco más fatigado que el resto pero el mejor de la función para mi ha sido Henry Cavill, discutiendole incluso las escenas compartidas a Cruise, y además es un tipo al que miras y maldices a algún dios por ahí perdido por su cruel sentido del humor... Qué habrá que seguir derrochando simpatía supongo!!

Rápida, emocionante, algo divertida y muy, muy tensa y eléctrica sexta entrada de la saga Misión Imposible que se disfruta de manera estupenda