Un número redondo como este y animado por una crítica reciente, le volví a dar un visionado a esta gran obra.
Y sin ningún tipo de duda es el ejemplo de western por excelencia.
Ya basta de patochadas donde en el viejo oeste se le añaden cosas como vaqueros blandos de corazón, extraterrestres o arañas mecánicas gigantes.
Y que decir de los protagonistas Eastwood y Van Cleef.
Amigos directores de cine y casting.
Para ser un tipo duro no hace falta tener músculos hasta en las pestañas.
Para ser un tipo duro no hace falta que al final se quede con la chica.
Para ser un tipo duro no hace falta que seas el más guapo del reparto.
Para ser un tipo duro no hace falta soltar frases estúpidas en momentos de acción.
Y el malo que se puede decir.
Solo le separa un fino hilo de locura de los "buenos" pero es más que suficiente.
No tendrá las mejores actuaciones ni los mejores efectos sonoros, no obstante es un síntoma de como se puede dejar atrás todo en beneficio de una contundente y simple historia que te hace cabalgar hacia la puesta de sol.
Coge el sombrero, tu vaso de whysky y un cigarro para ver a uno de los mejores duelos en todos los sentidos entre "el manco" y "el coronel".