13 de junio de 2020
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una afamada escritora de novelas románticas mantiene un affaire con un joven playboy. Durante una entrevista en televisión confiesa su deseo de casarse con él. A la mañana siguiente aparece muerta.
Colombo se enfrenta a un crimen aparentemente sencillo que se complica cuando ya parecía resuelto. Los personajes principales son la hermana de la víctima, una mujer impetuosa, de modales bruscos, muy arrogante; y el novio, un mujeriego empedernido. El caso, a pesar de giros imprevistos, no plantea excesivas dificultades para el más brillante de los policías. La resolución al misterio se encuentra en la ropa interior de la víctima, más concretamente en sus bragas, objeto desde el principio de la sagaz mirada de nuestro teniente.
Las actuaciones son horribles, en particular la de Andrew Stevens; la trama no engancha demasiado; el humor, si se le puede llamar así, no resulta excesivamente gracioso. Pero al menos puedes observar la vida de los ricos en Malibú, con sus imponentes mansiones, sus habitaciones con vistas al mar, sus paseos por la playa, sus gustos caros, sus joyas, su esnobismo. Lástima lo del asesinato.
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