En contra de las apariencias, no es una película de corte intelectual (sale Jim Carrey), sino una comedia absurda que da lo que promete. De las cintas con las que más me he reído, junto a la de "El gran Lebowski" y la serie de Mr. Bean. No sé, será que me identifico con esta clase de personajes. Veo claro que mis aspiraciones de codearme con la élite cinéfila quedan en nada tras esta confesión. No me importa. Una película que me divirtió tanto bien lo merece. Recuerdo que cuando venían amigos a casa les ponía el vídeo (no existía el DVD entonces) y no parábamos de reírnos. De hecho, creo que hice amigos sólo para ver esta peli acompañado. Se trata de una sucesión de escenas hilarantes, llena de diálogos absurdos y con personajes estrafalarios. Mítica. De culto.

Es el único film de los hermanos Farrelly que me gusta. Tampoco tengo demasiadas expectativas con el inminente estreno de la segunda parte. No me atrevería a verla de nuevo. No creo que fuera lo mismo.