Media votos
6.3
Votos
4,130
Críticas
879
Listas
174
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Néstor Juez:
4
5.1
9,124
Terror
El doctor Louis Creed (Clarke) se muda con su mujer Racher (Seimetz) y sus dos hijos pequeños de Boston a un pueblecito de Maine, cerca del nuevo hogar de la familia descubrirá un terreno misterioso escondido entre los árboles. Cuando la tragedia llega, Louis hablará con su nuevo vecino, Jud Crandall (Lithgow), desencadenando una peligrosa reacción en cadena que desatará un mal de horribles consecuencias. (FILMAFFINITY)
16 de abril de 2019
Sé el primero en valorar esta crítica
Algunos autores literarios célebres y prolíficos nos bombardean con tantos relatos que aportan material de primera para producciones cinematográficas. Durante el Siglo XX, cierto escritor norteamericano ha sido todo un filón de narraciones para el cine. En múltiples géneros, pero sobre todo en terror. Tan aplaudidas y requeridas son sus historias, que incluso vemos múltiples versiones de los mismos libros. La nueva producción de Paramount, que intenta replicar el fenómeno de éxito primaveral de cine de género logrado el año pasado con Un lugar tranquilo, es un estreno harto esperado. Y su llegada viene acompañada de un aura de misterio y pocos datos. Llega, pues, Cementerio de animales, la nueva versión del clásico de Stephen King. Una película de la que nada sabíamos, y de la que ni el equipo ni el material promocional ofrecían argumentos de peso para la expectación. Pero los pases de prensa de las grandes distribuidoras siempre son muy agradecidos, así que me encaminé por tanto al Cine de la Prensa de Madrid con la mente abierta. Y la película de la que pudimos disfrutar, si bien es funcional y cumple con los objetivos que se había planteado, es rabiosamente mediocre e intrascendente. Una película de terror con tramada atmósfera inquietante e intérpretes implicados, pero extremadamente torpe a la hora de describir personajes y construir momentos dramáticos. Una película tan relativamente amena como olvidable poco después, que no tiene nada que aportar a un panorama de terror que se halla en un momento efervescente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El doctor Louis Creed (un competente Jason Clarke) y su familia, compuesta por su mujer Racher (Amy Seimetz) y dos hijos, un niño muy pequeño y una niña algo más mayor, se mudan a una espaciosa casa en un apartado barrio de la pequeña población en Maine. Más allá de su jardín, e incluido en su terreno, se encuentro un extenso, inquietante y muy visitado cementerio de mascotas. La familia Creed y su vecino Jud Crandall (John Lithgow) están rodeados de unas mágicas tierras con indeseables habilidades. Terror clásico de entidades sobrenaturales: familias aquejadas por tragedias y de pasados lacerantes, amenazas tenebrosas y la fina línea entre la vida y la muerte. Película que funciona por su lograda atmósfera sobrenatural de maleficio y su diseño de producción, enseñando escenarios naturales que imponen en estampas grises y nubladas, de colores expresivos. Si bien es un mérito heredado, el argumento es ciertamente atractivo, y la película hace bien en poner esto en el foco de atención. Jason Clarke se entrega como protagonista, y el resto del reparto se implica a nivel dramático. Una producción que da lo que promete y, no lo neguemos tampoco, logra que sigamos el visionado sin que decaiga el interés.
Si no dispusiéramos de la referencia del libro base, las personalidades e interacciones de los personajes quedan pobremente planteadas y desarrolladas, de modo que nunca nos implicamos con ellos ni creemos sus motivaciones, que cercanas al desenlace se muestran forzadas y escasas en lógica. Más allá del mal cuerpo y la curiosidad, nunca sentimos demasiado miedo debido al pobre imaginario visual de las amenazas presentadas y la poca creatividad con la que se ejecutan (algunos momentos de representación visual del mal, bien por sus gestos o bien por su relación con clichés genéricos, abrazan la comedia involuntaria). Lo que, sin embargo, más decepciona es la clamorosa falta de personalidad de la película, que bien podría haber sido dirigida por cualquiera, realizada de una manera muy poco interesante. Y si bien deja fríos a los ajenos, decepcionará a los puristas Kinguianos por la desviación en la segunda mitad. Una película demasiado familiar, que se confunde con tantas de sus primas y se queda corta a la hora de ofrecer elementos que la hagan destacar.
Turbia, modesta y utilitaria, Cementerio de animales satisfará a los amantes del terror pero dejará hambrientos a quién busque más sustancia.
Si no dispusiéramos de la referencia del libro base, las personalidades e interacciones de los personajes quedan pobremente planteadas y desarrolladas, de modo que nunca nos implicamos con ellos ni creemos sus motivaciones, que cercanas al desenlace se muestran forzadas y escasas en lógica. Más allá del mal cuerpo y la curiosidad, nunca sentimos demasiado miedo debido al pobre imaginario visual de las amenazas presentadas y la poca creatividad con la que se ejecutan (algunos momentos de representación visual del mal, bien por sus gestos o bien por su relación con clichés genéricos, abrazan la comedia involuntaria). Lo que, sin embargo, más decepciona es la clamorosa falta de personalidad de la película, que bien podría haber sido dirigida por cualquiera, realizada de una manera muy poco interesante. Y si bien deja fríos a los ajenos, decepcionará a los puristas Kinguianos por la desviación en la segunda mitad. Una película demasiado familiar, que se confunde con tantas de sus primas y se queda corta a la hora de ofrecer elementos que la hagan destacar.
Turbia, modesta y utilitaria, Cementerio de animales satisfará a los amantes del terror pero dejará hambrientos a quién busque más sustancia.