En la noche neoyorquina, los ricos y banqueros deleitan su mirada y las bailarinas de Striptease hacen dinero. Destiny (Constance Wu) empieza en el oficio en un bar nocturno en el que Ramona (Jennifer López), con la que entablará una fuerte amistad, es toda una institución. Cuando la crisis económica de 2008 azote de imprevisto, un grupo de strippers formarán una exitosa banda con la que desplumarán a un puñado de ricos, haciéndose cada una de ellas con considerables fortunas. Exacerbado relato de ladronas y riquezas entre purpurinas ambientada en la jungla neoliberal de los trajes y el champán y capitaneada por mujeres empoderadas con su feminidad arrebatadora como arma arrojadiza. Una historia no exenta de comedia vibrante y enérgica, estilosa y estruendosa, que funciona a las mil maravillas como entretenimiento y película amena y accesible. Un filme que refleja de manera precisa el clima de angustia de la crisis y las opulentas burbujas de frivolidad de algunos sectores de la sociedad norteamericana. Atractivo tema, buen trabajo de ritmo a través del montaje. Muy inspirada labor del reparto, en la que Jennifer López rebosa fuerza en cada segundo en pantalla. La química entre ellas se palpa en los instantes de tragedia y en los de celebración, y dotan de mayor calado a unos personajes que reciben dosis de descripción, aunque sean someras. Una película comercial competente, correcta, con los ingredientes adecuados para ser del agrado del gran público,

Como todo biopic hollywoodiense, nos hallamos ante una versión glamourizada y simplificada de los hechos, buscando como primera prioridad el entretenimiento socarrón. Pese a lo genuino del relato, su desarrollo y conclusión es plenamente prescindible, su tono y estructura familiar están muy claras y las emociones e impresiones que debe rescatar el espectador escapa a cualquier variedad o doble lectura. Es una película con escasa personalidad y creatividad, tanto en su estandarizada puesta en escena como en su entramado narrativo del conflicto de personajes, que apuesta por soluciones sentimentaloides y entiende la pose chulesca y el estruendo de melodías pop como herramienta para transmitir emociones. Película relevante por su adhesión a tendencias que desaparecerá de la memoria de todos nosotros conforme hayan pasado los meses de foco y ruido.

Empoderada, superficial y desenfadada, Estafadoras de Wall Street prueba la capacidad de Jennifer López de actuar y ofrece reivindicación femenina en su versión más simple.