Hoy he estado puntuando películas de Spielberg, y esto me lleva a pensar que habrá algún usuario, que si se fija en lo que he puntuado a otras películas de este genio del cine quizás diga; ¡sacrilegio! ¡Quemémosle! ¡¿Cómo puede alguien en su sano juicio dar la misma puntuación a "Atrápame si puedes" o "Duel" que a "La lista de Schindler", que es una obra maestra absoluta. ¡Quemémosle! ¡Muerte al blasfemo!...
Voy a intentar argumentar mi puntuación. Partimos de la base de que Spielber es un genio del cine. Un portento en el manejo de la cámara, de la puesta en escena de masas de personas, en el manejo del sonido, del montaje, etc. Y yo creo que muchas de estas virtudes, o incluso todas, ya las habíamos descubierto antes de que Spielberg filmara esta película, que quizás sea su obra más ambiciosa y deslumbrante en muchos aspectos, y que llega a sobrecoger y a impresionar a lo largo de todo su desarrollo.
Entonces, dicho esto; ¿por qué sólo le pongo un 8, y no un 10, como se merecería una obra maestra absoluta con la que Spielberg intenta dejarnos pegados a la butaca?
Pues porque hay un par de secuencias puntuales en la película que me irritan, me molestan y me parecen malogradas. Además, casi siempre tiendo a hacer comentarios de películas que me gustan, y no suelo entrar a criticar demasiado los defectos, sino que tiendo a ensalzar más sus virtudes; sin embargo, estoy acostumbrado a que cineastas a los que yo ¡amo! como Malick, Ford, Kurosawa, etc. etc. sean criticados sin piedad -con una lupa bien grande-, y por tanto hoy he querido sacar mi propia lupa. ¿Por qué con Spielberg?
Quizás porque es un genio. Quizás alguien con tanto éxito produce envidia. O quizás me molesta que a una parte de mi ser le gustaría amar incondicionalmente a este portentoso cineasta. En cualquier caso diré que entre las "pelis serias" de Spielberg la que yo prefiero es Munich. Quizás porque es la más oscura y ambigua, y no hay un giro final -que yo no creo que sea inocente- como sucede en Ryan y Schindler, en la que los buenos...
Bueno, creo se entiende lo qué quiero decir. Los americanos o los aliados de los americanos, después de todo, no son tan malos como los demás. Son imperfectos, pero un poquito mejores o humanos que el resto. Eso me irrita. Y en Munich, Spielberg no hace esto. Es como si él mismo estuviese algo cansado de ser el americano bueno.