Un disparate tras otro. Esta película es empezar y no parar entre chorradas y más chorradas. Un frenesí de gilipolleces que solo tienen algo de sentido como conjunto. Son un conjunto de gagas que conforman una historia. Absurda y paródica, pero una historia con sentido completo.

Cada uno de los caballeros y el mismo rey Arturo van sufriendo aventuras y desventuras en la búsqueda del grial, lo que les llevará a tener que usar la granada sagrada, a entrar en una boda sin permiso, a huir de un monstruo de mil ojos o a ver morir a Patsy (Pobre Gilliam) por un accidente casual. Muchas cosas para llevar a buen final su misión sagrada. Pero bueno, chorradas épicas se han conseguido con menos esfuerzo. Los caballeros de Camelot pueden con esto y con más. Y te lo demostrarán de sobra mientras mantienen conversaciones filosóficas sobre emigración, política y deducciones lógicas.

Los Monty Phyton son una banda de chalados con grandes ideas y mucha gracia. Sus paridas están ya en la antología del humor. Todas sus películas son un descojone, y cada capítulo de los Flying circus, un florilegio de genialidad.

Lo sorprendente es que hay gente a la que no le gusta. Perdónales, caballero negro, que no saben lo que dicen…