Lo siento, no puedo digerir una propaganda tan indisimulada y tomarla como gran obra del cine universal. Ya tengo bastantes canas y he leído lo suficiente como para tragarme estas pastillas de visión anglosajona del mundo, siempre parcial y excluyente. Pero esa propaganda funciona y llevamos toda la vida tragándonosla, de hecho el silbidito en cuestión nos acompaña desde la infancia.
Desde el primer momento se deja claro que los oficiales y la tropa de su británica majestad son los únicos representantes de la civilización. Son leales y valerosos. Los japoneses son crueles y taimados, su filosofía vital y militar es despreciable. Los británicos defienden las convenciones internacionales, perdón... desde cuando? En sus guerras coloniales, por ejemplo...?
Enfin, dos de los ejércitos más genocidas del pasado siglo se enfrentan en una película más infantil que un episodio de Los Payasos de la Tele. Con mis máximos respetos para éstos últimos.
Deberíamos estar acostumbrados con Lean, que en otra de sus películas, encumbra como gran héroe británico a un personajillo como Lawrence de Arabia, cuyo único aspecto valorable en mi opinión fue el ser poseedor de una motocicleta Brough Superior, sobre la cual por cierto, encontró la muerte.