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España España · Madrid
Voto de jrcheca:
8
Comedia Un inteligente delincuente y sus compañeros de celda planean huir de la cárcel, robar las joyas de un sultán y entrar de nuevo justo antes de que los pongan en libertad.
17 de agosto de 2011
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente comedia británica de 1960 que presenta un elenco de actores extraordinario con grandes dotes para la comedia. Empezando por Peter Sellers en el papel protagonista como cabecilla de una banda de ladrones que va a emprender un robo tan audaz como birlar un tesoro de diamantes custodiado por el Ejército al tiempo que cumplen condena en un penal.

Sellers interpreta al cínico Dodger Lane, autoproclamada materia gris del grupo ante sus dos compañeros de celda: el forzudo Jelly Knight (David Lodge, padrino de boda de Sellers en la vida real) y el apocado Lennie Price (encarnado por Bernard Cribbins, comediante de gran éxito en UK).

Al núcleo central de estos tres personajes le sigue Soapy Stevens, viejo cómplice de los otros tres que goza de libertad entre otras cosas gracias a su camaleónica capacidad para disfrazarse. Está interpretado por un gran secundario inglés, Wilfrid Hyde-White, recordado por dar la réplica al profesor Higgins en My fair lady (1964), así como por su participación en The third man (1949), North West Frontier (1959) o Let's make love (1960) a las órdenes de George Cukor.

La parte femenina de la banda corresponde a dos personajes: la madre de Lennie y Ethel, la novia de Dodge. A la primera la da vida Irene Handl, otra actriz veterana con importantes películas en su haber, como The Italian job (1969) o The private life of Sherlock Holmes (1970) dirigida por Billy Wilder.

Por parte de los miembros de las fuerzas del orden que se erigen en antagonistas de la pícara compañía, está Jenkins (George Woodbridge), cándido y apacible guarda al que Dodge y sus chicos tienen totalmente camelado, el Alcaide (Maurice Denham) talmente conciliador y confiado, y el implacable Crout (Lionel Jeffries), obsesionado con la disciplina y al que caracteriza un histrionismo y una comicidad dignas del Coyote persiguiendo al Correcaminos.

Con este plantel, Two way stretch ofrece 78 minutos de comicidad plástica y un sardónico humor inglés gag tras gag y con constantes giros narrativos que no dejan que la atención decaiga, manteniendo el tono de una comedia de humor blanco y amable con reminiscencias teatrales.

Así, mientras los delincuentes son presentados como simpáticos pícaros con escasa fortuna, sus guardianes son verdaderas hermanitas de la caridad, orden de cosas que cambia con la llegada de Crout, sujeto antipático y estricto que se convertirá en el siempre burlado sabueso tras las huellas de la banda. Mientras los protagonistas dan ejemplo de imaginación y trabajo en equipo, su némesis uniformada es un neurótico con serios problemas para relacionarse con el género humano.

En resumen, comedia recomendable para todos los públicos y sobre todo para aquellos que quieran pasar un buen rato con un sainete bienhumorado, una trama de enredo con argumento de ladrones y polis, diálogos ingeniosos y réplicas agudas, no exentas de sanas dosis de flema británica.
jrcheca
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