Este trabajo de Ron Howard podría dividirse en dos, una primera parte original y muy emotiva e incluso inquietante; y la ultima mitad de la película, con una calidad deficiente, una trama y un final tradicional americano. Y lo que es peor, con interpretacioes falsas sobre un hecho real con fines comerciales.
Sin duda alguna el sobresaliente se lo lleva la interpretación de Paul Giammatti.